Los coches compactos, también conocidos como vehículos pequeños, son modelos diseñados para ofrecer una conducción ágil y eficiente en entornos urbanos y espacios reducidos. Una de sus características más destacadas es el tamaño, que suele oscilar entre los 4 y 4,5 metros de longitud, lo que los hace ideales para maniobrar y estacionar en zonas concurridas, como las grandes ciudades.
Además de su tamaño, los coches compactos ofrecen una excelente relación entre consumo de combustible y prestaciones, gracias a motores optimizados que suelen priorizar la eficiencia sobre la potencia extrema. Esto los convierte en opciones económicas tanto en gasto de combustible como en mantenimiento, siendo ideales para quienes buscan reducir costes en desplazamientos diarios.
En cuanto a diseño, los coches compactos no sacrifican confort ni tecnología. A pesar de su tamaño reducido, suelen contar con interiores bien aprovechados, integrando elementos de seguridad, tecnología de conectividad y comodidades que aseguran una conducción cómoda y moderna.